lunes, 9 de enero de 2017

más liviana que la libertad




Cuando el agua se deja de agitar
puedo ver con más claridad,
cuando los amigos aparecen
sonreír es el saludo primordial.
me dejo abrazar,
porque uno solo puede amar
cuando se da el lugar.
El ir y venir de las olas
me inspiró una vez más,
quizás depender un poco no esté tan mal
la luna y el mar se llevan bien así,
se necesitan
y también se enojan,
y se rebelan,
y a veces se esconden por días
solo por esa necesidad hermosa
de soledad.
Cada amanecer celebrado en el horizonte
es motivo para despertar ideas.
Hoy asumo todas las características del caminante del cielo,
Hoy me siento una exploradora del mundo,
en mi cabeza
en mi casa
a miles de kilómetros
poco importa,
la felicidad es el camino
los corazones más grandes
los descubrí en la ruta.
la familia más fantástica
está en el hogar donde nací.



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