domingo, 19 de junio de 2016

quizás no entendemos nada, pero nos queremos mucho.


Qué lindo sería estar en el escenario de un teatro medio viejito cantando horses y moviendo los pelos como Patti Smith. Eso se me ocurrió pensar después de que pensé unas dos mil quinientas cosas distintas, antes. Es re loco todo: la gente, las luces, que estén pasando a los romantics y yo rodeada de amigos y de buena vibra, y que me llegue un mensaje tuyo en el momento en donde más segura estoy de mí misma y yo avanzo, y me muevo al ritmo de los hits y sonrío y espero que de repente no haya ni tiempo ni espacio de nada, que me quiero quedar en este estado zen de forma eterna.

lunes, 6 de junio de 2016

fragilidad puntillada




Cada vez mi vida se parece más a un cuadro de Seurat. Es una miscelánea de cosas, escenas y momentos, una mezcla de puntos sin demasiado peso, que conforman mi imagen actual como un ente distorsionado y apático.
No hay nitidez. No me acelero. No hay emoción. Es todo calma, con un empalagoso color de tonos pastel.

Y con esto de los pasteles no pretendo parecer excesivamente edulcorada, ni mucho menos, sino definir, de alguna manera, mi estado de parsimonia.
Porque me gusta la tranquilidad y necesito del equilibrio, pero ahora lo que me viene bien, es una chispa.
seguramente el ser domingo tenga algo que ver, no soy ninguna abuela, y no pienso hablar ni un segundo más del tiempo o de la lluvia.

Llegar alto hace que las caídas deformen tus límites. Sabes que no sos la misma,pero no pasa nada; así es como aprendemos. Necesitamos el golpe para despabilar.
El problema – y el miedo que tengo – es que tal vez otra combinación no sea capaz de llevarme a un piso por encima del que caí, distinto al que conocemos y nos funciona, no forma una escalera.
¡Julio! Necesito otras instrucciones, porque ni las escaleras me sirven. ¡Cortázar, por favor!, ayúdame a teletransportarme directamente al piso más alto.
Ya podría venir desde la ultratumba a decirme cuánto es mi tiempo medio, para así ponerme el cronómetro, y esperar ansiosa. Porque si sé cuándo termina, voy a empezar a disfrutar el triple!!

sábado, 4 de junio de 2016

una mesa con una chocolatada y una piba que observa.



Dejé de escribir cartas el día que dejé de creer en las palabras. Me reproché bastante acerca de cómo había caído en el engaño de las letras. ¿Por qué me aferraba tanto a los abrazos literarios y al olor de los libros? Todo era tan diferente a lo real, ¿cómo no perder la razón? 
Volví a escribir cartas un tiempo después, cuando aprendí a contemplar la magia de esta dimensión que hoy toca atravesar, porque todo lo que tiene que ocurrir está pasando acá; mientras estoy sentada en mi bar favorito, refugiándome del frío y de la noche, contemplando a la gente de las mesas de mi alrededor que saborean novelas con gusto a historias de amor con final feliz.
Hoy el abecedario completo en todas sus formas es mi aliado. Hoy creo que la fuerza que tiene un "te quiero" es completamente importante y hermosa. Hoy desayuno, almuerzo y ceno poesía.