jueves, 25 de enero de 2024




Me pasa seguido que antes de dormir se me ocurren cosas para escribir, cosas que quizás son una boludez pero me generan una sensación de entendimiento con el cosmos, o una mínima explicación que satisface mi lado curioso y me brinda una respuesta que me convence o que al fin puedo poner en palabras...
Después recuerdo que con el paso de los días esas conclusiones me puede parecer malísimas entonces me gana la paja y sigo durmiendo, cuando tengo el celu al lado para tomar nota.. Es como si mi cerebro lo procesara y no necesitara decírselo a nadie, pero no es eso, me gustaría anotarlo simplemente para recordarme.
Hace rato que no escribo en mi bitácora y que no abro blog.
Hoy andando en bici, recordé un pensamiento porque es una teoría que siento que se puede desarrollar, hablando de algo tan confuso como la empatía. Esa palabra tan de moda, llena de contradicciones significa  "ponerse en el lugar del otrx"
En este mundo hostil, donde la forma de vincularse mas utilizada es el enojo o la creencia de que el otrx es malo por naturaleza, siento que tiene una poderosa aliada para poder comprenderla y es la I M A  G I N A C I Ò N:  Ese sexto sentido que hace que los humanos seamos mucho más que eso.  Jamás hay que perderla, y podemos incentivarla todos los días con cositas cotidianas como una charla con alguien que nos cuenta que está mal por algo. El cerebro intentará juzgarlo, buscar soluciones, tildarse. Pero cuando activamos la campanita de las posibilidades, tenemos el poder de pensar infinitos escenarios posibles para acercarnos al sentir de la alteridad. Obvio que no es necesario tremendo acto para comprender lo que le sucede, cuando a veces  con una mirada ya se completa todo, pero es un buen ejercicio para aplicarlo en la vida, manteniendo controladas las obsesiones, para no terminar en ansiedad, que no es esa la idea.
Y quien no pueda hacerlo?
Deberá a empezar a imaginar lo que sea con una vibración y frecuencia positiva  para desarrollarla y comenzar así un proceso creativo desconocido.

A ustedes les ha pasado? Que piensan?

Chao.

domingo, 18 de junio de 2023

Fan de los documentales del universo. Lo de la filosofía es cosa mía.

 El cuerpo como principio de libertad, decía Spinoza. 

El cuerpo como miembro único e irrepetible de este universo infinito.

El cuerpo como conexión de las redes de todos los sistemas, el cuerpo como engranaje de la eternidad energética.

No existen "mecanismos de defensa" cuando todos los átomos bailan con armonía en una sincronía perfecta.

No existen "amenazas" cuando cada movimiento de la danza es coherente.

Sentir nos permite potenciarnos con otros cuerpos.

Ayer fui al teatro con mi amiga y las dos al mismo tiempo dijimos: "gracias por evolucionarnos". Serán esos a caso los recién llegados halagos del futuro? Yo lo llamo pura espontaneidad.  Mantener pequeños momentos en la libertad de ser y confiar requiere de abrir los caparazones y permitir que nos conozcan, entrar a otro mundo sin juicios, tabúes, paranoias ni miedos. Por eso me gusta creer, en estos tiempos hostiles, que vamos expandiéndo(nos) muy despacio y de a poquito .

sábado, 29 de octubre de 2022

todo llega, todo pasa y todo cambia: la mismísima geografía



 Hace mucho mucho que no escribo. Y ahora que entré, (otra vez) en temporada de exámenes me puse un poco reflexiva. Hace 5 años que estoy estudiando una carrera (otra vez) pero esta es distinta porque me llena el corazón más de lo que a veces me quejo. 

Estudiar para ser docente es un viaje de ida, que aunque ya debería haber finalizado según la burocracia lo estoy haciendo muy tranquila, disfrutando el proceso, aunque sí, con muchas ganas de recibirme.

Geografía, siempre digo que me gusta pero muchas veces siento que no sé nada. Cuando me preguntan más de 8 capitales mundiales ya empiezo a delirar, la verdad es que eso nunca me lo enseñaron, me encanta hablar con intelectualidad pero es también una excusa para estar en el aula con lxs pibes. Yo tuve una secundaria de mierda, siempre me sentí horrible y aislada de todo lo que pasaba ahí. Quizás una parte de mi inconsciente siempre quiere volver al colegio para revertir esa experiencia pero desde otro lugar, desde el reconocimiento con un otrx de varias generaciones que me siguen queriendo hacerle sentir acompañadx.

Mi lado espiritual conecta mucho con la geografía física, con todas las maravillas de este universo, con lo bien que funciona a pesar de que lo explotamos demasiado...

Entiendo que la naturaleza es perfecta así como es, que está en constante movimiento. Que cumple ciclos, que todo nace, muere, se transforma, aunque en la vida cotidiana no lo notemos porque cada proceso lleve millones de años, está sucediendo y sólo hay que conectar, hacernos conscientes de que en formatos más aislados lo mismo pasa con cada célula, con cada situación, con cada experiencia de vida. Las montañas están reconfigurándose en nuestras narices. El viento existe porque hay zonas que son demasiado calurosas y el aire se tiene que mover. El polvo de minerales del desierto del Sahara se transporta miles de kilómetros a través del océano para alimentar de vida a la selva Amazónica. Las guerras que nos suceden del otro lado del hemisferio nos afectan más de lo que podemos o no percibir. Las piedras son energía ancestral que llegan desde el centro de la tierra y realmente pueden influir en nuestros deseos más profundos.

El otro día me leyeron el "I ching" un libro oracular milenario de la filosofía china confusiana  en donde lo que necesitamos saber se reduce a una imagen , a un paisaje, a un lugar donde abundan los elementos naturales que nos componen. A veces estamos en aguas templadas y calmas, y otras en un volcán a punto de erupcionar. Pura geografía. Yo estoy en esta posición de testigo silenciosa, siendo parte de lo que me rodea, agradeciendo cada cosa que me sucede, aunque a algunas todavía no les encuentre mucho sentido están ahí por algo, como la naturaleza, conectando todo a favor del equilibrio.


jueves, 24 de marzo de 2022

aprendí para ser quien estoy siendo

 


Recuerdo el cielo azul brillante y el sol encandilando la arena, volviendo mis ojos más chinos de lo habitual , la sensibilidad de la luz en mi cara genera unos gestos que parecen de disgusto y no me favorecen para salir en  ninguna fotografía. Mi apariencia era la más natural en años. Sin nada de maquillaje, con el pelo al viento y una pequeña bikini que exponía todas mis imperfecciones y también mis voluminosas curvas. En medio de la playa por momentos me sentía completamente desnuda y vulnerable. Compensaba bastante con mi actitud punki y un poco impostada del tipo: "me chupa un ovario tode".

El hacer, el decir y el pensar igual genera una firme coherencia que muchas veces es dificil de sostener.  Ser humana me vuelve imperfecta y por momentos confusa. El anhelo de sentirme deseada y de sentir deseo de forma recíproca hacia unx otrx, con los años tiene cada vez más miedos, exigencias, inseguridades y manías.

Me gusta la soledad, la independencia, la libertad, y también el amor, el compartir, el apego y la seducción.

Estoy en plena rehabilitación emocional, un poco sedada, aprendiendo a dar sin esperar, aprendiendo a aceptar (me), aprendiendo como las olas de ese mar gigante que me revoleó varias veces por las profundidades, me limpió con sus sales y minerales y me bendijo con su sabiduría y transformación.

Gracias por darme la posibilidad de ser una mejor versión de mi. Podría pensar que perdí un verano pero gané temporadas de gratitud. Y sólo cuando el océano está calmo podemos ver qué hay más allá. Cuando estoy en calma puedo recordar quien soy sin pensarlo.


domingo, 6 de marzo de 2022

actitud Peluso

 Esto es lo mismo: como cuando era una niña y me hacía un raspón. No me preocupaba porque mi cuerpo lo curaba con mi propia magia. Sanando, diría la pacha. Reiniciando el sistema. El cerebro activó algunos traumas no resueltos que puedo sentir a través de mi corazón.  Volví a leer una carta que me mandaste y me recordó que el amor existe aunque haya sido muy fugaz. Decreto el deseo, la pasión y lo maravilloso que está llegando. Hangin there baby, es la recta final antes del renacer.

viernes, 11 de febrero de 2022

energía en potencia


 Estoy transitando toda la vulnerabilidad de mi vida junta. Nunca sentí tanto miedo. Dos meses y van... Es como una depresión contradictoria, porque no hay ganas de morir sino unas ganas de que se me vaya la angustia para disfrutar de la vida que tengo. Algo bien estoy haciendo porque tengo una tribu que me aguanta el corazón, con la que grito "esto pasará" . "Si estás pasando por esto, es porque tenés la fuerza para atravesarlo". Estoy aprendiendo a aceptarme sin mirarme al espejo, tocándome el corazón. Asumiendo que la súper chica que tapa todos los agujeros de autoestima no puede ser la mejor hija, la mejor hermana, la mejor mujer, la súper empresaria, la mejor alumna, la profesora ejemplo, la amiga salvadora, la trabajadora del arte, la amante de ensueño. Me perdí. Y sé que es necesario para volver a encontrarme. Dolorosísimo. Y justo en la flor de la edad, diría mi yo anciana.

Fui a visitar a muchos médicos. Estoy sana. Al parecer todo esto que se disparó como una tristeza que me apuñaló el alma es producto de mi propio ser. Como devota de la meditación y de la espiritualidad tengo mucho para seguir practicando y aprendiendo porque en los momentos de desesperación se me olvida todo. Intento darle una explicación concreta y racional a cosas abstractas y energéticas.

Soy también esto. 8:30 PM de un Viernes lluvioso y ventoso en mi cama, por maratonear con las pelis de Almodóvar que ya subió netflix, con el deseo de terminarlas
durmiendo profundamente y despertarme flasheando que todo esto fue un sueño.


sábado, 11 de diciembre de 2021

"Deseo que te adaptes. Porque así es como se evoluciona en el universo".


 Quererse así, aceptando al universo tal como es. Haciendo un trato con el tiempo, el espacio, el cuerpo que habitamos, los vínculos que rodeamos. Dejar de buscar lo que falta porque todo sucede cuando dejamos de necesitar. Siempre me salen palabras que conforman pseudo textos que rozan la quemada clasificación de autoayuda aunque a mi me guste llamarlo sector cuántico. Porque escribir acerca de las infinitas posibilidades que nos rodean , que no percibimos pero giran como mosquitos imaginarios en cada lugar y segundo vivido es optimista, esperanzador, liberador. Porque tecleando lo que me sale impulsivamente describo sin querer, lo que pienso. Y leer estas líneas, aunque no tengan sentido para nadie, me pone de buen humor.  Es el protón que pone todo lo demás en movimiento, y si es así de positivo, funciona, siente,
conmueve, se adapta. 

martes, 5 de octubre de 2021

"“Todo lo que vas a ser, ya lo eres. Lo que vas a saber, ya lo sabes. Lo que vas a buscar, ya te busca, está en ti.”


 A esa Iva le diría que disfrute el momento, que haga lo que se le canten las tetas, que todo lo que se proponga lo va a lograr. Que siempre se plante ante las injusticias, que no le tema a lxs que la juzgan o no la quieran, porque hay que ser política, porque la felicidad es colectiva, y porque todo lo que se mueva desde el amor siempre hace bien. Que un buen y sincero abrazo siempre será su mejor refugio. Que no sienta culpa, que confíe en su intuición porque el corazón sabe la posta. Que está muy bien ser una sentimental, que con el amor no se especula. Que sea fiel a si misma, que decir "no" no está mal.  Que no tiene que caerle bien a nadie, que lxs amigxs serán un tesoro y estarán para siempre.  Que cuando desborde o le gane la ansiedad, no haga nada más que respirar. Que mientras está aprendiendo, no se está equivocando. 

Que la amo mucho. 


martes, 1 de diciembre de 2020

Penélope Centennial

 Ya estoy cansada de tejer y destejer tantos años seguidos. Hoy se cumple el aniversario veinte y estoy más contenta que nunca. Siento que todos los días de estire de hilo y enriedo de emociones están valiendo y mucho. Hoy me siento más joven. Mi chiquito volvió y el aire está lleno de olores ricos, como si en Itaca la primavera nunca se hubiera ido. 

Mientras también imagino como estará él ahora, tan guerrero y luminoso, quiero dejar de mirar al cielo para mirarlo ojos otra vez. Sigo sobreviviendo en este palacio rodeada de hombres que no quiero, que se acercan para tomarme la mano o se arrodillan pidiendo por favor que les de una oportunidad. Ernesto es el más pesado de la manada, no deja de preguntarme cuando voy a terminar mi telar y me apuró con que tenía que salir del cuarto aunque sea para cocinarles una vez, porque quería corroborar que además de todos los lujos que nos está robando también puede tener a una cocinera buena y gratuita. El otro día le tiré un tazón con semillas con mucho disimulo y me dejó de preguntar. Me enteré que las lenguas de la isla quieren que se defina el poder, y estaban planeando elegirme entre todos a un nuevo pretendiente. ¿No pueden ver a una mujer sola y tranquila? ¿no puedo acaso empoderarme? Estas agujas me están salvando la vida. Las del tiempo no lo sé. Yo solo sigo pidiendo a Atenea que nos proteja mucho, y se que todo va a estar bien. Ayer en mis sueños el apareció como renaciendo desde el mar. Está muy cerca, lo siento, como también sentí a mi pecho explotar en todos mis cumpleaños, y como la tristeza me comió las lágrimas y me volvió al ceño fruncido pero atento. Siento también como mis manos están mas fuertes, y como  mi paciencia alcanzó el infinito.


lunes, 23 de noviembre de 2020

Si el 2020 fuera un texto.





Si uno nunca se vaciara,
no tendría espacio para lo nuevo.
Sin duda, evolucionar constituye
una infidelidad al pasado,
a las antiguas opiniones de uno mismo.
Cada día deberíamos cometer una pequeña traición
hacia nuestras opiniones tan firmemente establecidas.
Se trataría de un acto optimista, esperanzador,
que garantizaría la fe en el futuro,
una afirmación de que las cosas pueden ser
no sólo diferentes, sino mejores.

Hanif Kureishi

jueves, 1 de octubre de 2020

paguemos algo que todavía no rompimos, para que luego no nos vengan a frenar




 Cosas que estoy aprendiendo durante esta pandemia

Que cuando conocí el Yoga, lo iba a buscar. Mantenía una disciplina en la práctica y cada vez que salía de la clase era una seda, una pluma volando en el bosque sureño más precioso. Hoy, el Yoga viene a mí. El cuerpo lo pide ya no tengo que ir a cumplir horarios. A veces me caen muchas fichas, como esas maquinitas del sacoa en la que tirabas estratégicamente  una moneda en las escaleritas para que bajen más. A veces encuentro la paz que necesita mi mar interno cuando está picado y no me deja divisar el fondo con tanta claridad. A veces estoy rodeada de la gente que amo, que admiro. A veces estoy yo simplemente flotando en el océano. Otras siento como el oxígeno visita cada átomo que me conforma y expande mi bienestar, que viene de la mano con la conciencia. Es una necesidad, una función vital.

Que no le temo más a la incertidumbre. Estoy surfeando. A veces me pego unos palos y me caigo, pero  nunca hubo certezas. Nada es para siempre estático, los grandes anhelos van más allá de algo material. El deseo es puramente abstracto, es una realización colectiva, es una libertad que nos pertenece a todxs. Es nuestra huertita y casa en el medio de la naturaleza, son abrazos, son lágrimas sinceras, son las veces que agradecemos por lo que tenemos. Son las cosas que hacemos para (mejorar) lo que somos. No tenemos nada asegurado más que la llama que ruge en nuestro interior y nos guía, nadie sabe adonde, pero sabemos que es por ahí, por acá.

Que no me puedo definir. ¿Quién soy? Puro eclecticismo. Entre el ayer, el hoy y el mañana encontraré muchas versiones de mi. Estoy tratando de quererme en el presente. De acostumbrarme a no proyectar. A veces tengo miedo y lloro mucho. Me canso de muchas cosas , me aburro, llevo colgada la bandera de la impulsividad y cada tanto me choco con alguna pared. Tengo una brújula y ya.

Que cuando estoy atenta encuentro muchas señales. Mucha gente linda y buena de corazón, muchos pájaros que me reciben en las puertas, a mi gato durmiendo sobre mi corazón. Un colibrí en la ventana. Una canción que habla de lo que soñé ayer. La hora perfecta cuando miro el reloj del celular. La telepatía y un mensaje de whats app que recién llegó. Un amor que llega avisando que tengo muchas cosas para aprender, sufrir ya quedó en la etapa más emo. Que se venga esa transformación.

Que hay que vivir ahora. El mundo está cambiando ? Al principio tenía un halo de esperanza poderoso, ahora se todo se me parece a la nueva versión de facebook, nos quejamos, hasta que nos adaptamos. Yo soy de las que no quiere ninguna adaptación. Tampoco resistencia. Deseo que todo se llene de flores y que se pueda vivir adentro de un disco de los Beatles.

jueves, 23 de abril de 2020

voy a empezar a escribir estas flasheadas



Soñé con la actualidad. Un poco distorsionada, claro. Pero soñé que la pandemia estaba en su curva más elevada, y que se me acercaba un doctor algo viejito, canoso y con lentes, y me decía: “no hay que preocuparse más por los respiradores. no sirven. Tenemos zanahorias. Y la gente  empezaba a circular en la calle con dos zanahorias, una en cada agujero de la nariz, apenitas metida en los orificios, y respiraba como nunca, con gran satisfacción. Me levanté con la voz interior repitiendo: “no necesitamos respiradores, tenemos zanahorias”

viernes, 28 de febrero de 2020

siento el fulgor y quiero entrar


Tengo unas ganas de accionar, de arrojarme al vacío, de arriesgarme a saltar por el abismo, sé que no voy a morir. Lo peor que puede pasar, es que me de un par de golpes y la pase mal un tiempo pero volveré a transformarme como buena escorpiana. También pienso: ¿qué pasa si es como saltar un escalón? Mandarse de por sí ya es un acto heroico, y más ahora que la juventud y la experiencia conviven en mí . Estoy sufriendo la enfermedad centenial del exceso de información. Y no sé que hacer con tanto, mejor dicho, no estoy haciendo mucho. Falta acción. Acá es donde me pongo reflexiva y no sé si dejar que fluya todo o pegar el envión. Sé que la ansiedad me controla más a mi que yo a ella, pero para combatir a ese monstruo necesario cuento con el arma más poderosa del cosmos que se llama respiración. Quizás con estos monólogos internos solo logre enroscarme. Voy a seguir cantando mantras, voy a dejar de analizar la situación. Se apaga la mente y se prende el corazón.

martes, 14 de enero de 2020

quiero tatuarme una brújula y que el norte sea amor puro




En este nuevo año me acompaña una bitácora, un pseudo diario íntimo, funciona como recordatorio, como anotador de coincidencias y relaciones locas, como cuaderno de dibujo, (sí, nunca lo hice y lo hago bastante mal. Pero estoy dibujando), es una buena excusa para no dejar de escribir a mano  y para anotar experiencias y recordarlas para siempre. Se está volviendo un librito parecido al de una drogadicta convertida en pastora evangelista o algo así, porque es demasiado optimista y positivo. Cada día que pasa todo está bien y estará mejor. Lo hago casi por inercia o porque quizás mi mente solo está llena de pensamientos así. Lo que me preocupa aparece cuando me enrosco flasheando si la estoy pifiando y estoy aceptando mi vida tal cual es sin darme cuenta que me estoy convirtiendo en una conformista  clásica víctima de este sistema…  
El error está ahí, en pensar boludeces.
La sincronía de la naturaleza funciona  por instinto, verdad? Bueno, así estoy yo. Me respondo a medida que estoy escribiendo y digo que no es así, que estoy haciendo muchas cosas lindas de verdad. Que darse la oportunidad de pasarla bien tiene que durar toda la vida o al menos una buena temporada, que soy lo que pienso, que depende de mí,  que existe dentro nuestro toda una galaxia entera,  y como sabia tolteca cuido mis palabras empezando por la cabeza. Me gusta creer que voy por buen camino. Me siento bien. Podría escribir más seguido, pero el calor me pide birra y la fecha me pide resumir para rendir (y aprobar, claro) el próximo mes.