miércoles, 29 de enero de 2014

oh, lo han hecho otra vez.

El sonido de tus labios cuando piden más abrazos.
Una búsqueda hacia la calma
El alcance eterno hacia el objeto deseado
Un golpe de suerte
...
Cayeron en las coordenadas erróneas. En el mundo ya no caben demasiados,  por eso se acostumbraron a rozar el cielo, a jugar con la abstracción. A cantarse milongas que rebalsan libertad. Hay risas, las únicas cómplices de aquel amor delicado, amor: para unos cuantos, compartido y fugaz.
Continuamos abriendo el telón de la cruda escena inmoral, se parten corazones con el ritmo de su paso incandescente, y seguimos siendo espectadores de aquel baile peligroso.