Hoy, voy a salir de las metáforas y de las palabritas con descripción, para hablar de lo que me provoca un disco, que es súper especial. Es uno de esos discos que no se gastan con el tiempo; que me saca una sonrisa y muchas ganas de bailar, me canto todas las cancioncitas, analizo el bajo. Tiene tanto punk. Es hermoso.
Lo descubrí cuando nadie sabía de su existencia, revisando el espacio más olvidado de una disquería, recuerdo que el que atendía me tiraba re onda. Yo lo saqué de una pilita del mostrador, y automáticamente el flaco me dijo: "Esos, típicos pibitos indie de L.A.". Claramente y con la edad que cargo ahora, sí, entrás a un boliche, y te pasan el temita que la pegó. Pero bueno, se llama posmodernidad. Yo tuve la suerte de escucharlo mirando las estrellas; haciendo el amor, fumando un pucho, caminando por el parque, hasta contemplando el mar...
A veces vuelo , imagino que las letras son para mí, como generalmente me pasa con todo lo que escucho. Armo mi videoclip mental, cada canción representa un momento, una sensación.
Tuve el placer de verlos en vivo, hace algunos años. Éramos unos poquitos, bastante chetos pero re felices.
Cada semana me doy un lugar para hacerlo sonar en mi reproductor. Recomendadísimo del mes.
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