martes, 2 de junio de 2009

La sociedad de los poetas muertos



No dejes que termine el día sin haber crecido un poco, sin haber sido feliz, sin haber aumentado tus sueños.
No te dejes vencer por el desaliento.
No permitas que nadie te quite el derecho a expresarte, que es casi un deber.
No abandones las ansias de hacer de tu vida algo extraordinario.
No dejes de creer que las palabras y las poesías sí pueden cambiar el mundo...
Pase lo que pase nuestra esencia está intacta.
Somos seres llenos de pasión.
La vida es desierto y oasis. Nos derriba, nos lastima, nos enseña, nos convierte en protagonistas de nuestra propia historia.
Aunque el viento sople en tu contra, la poderosa obra continúa : tú puedes aportar una estrofa.
No dejes nunca de soñar, porque en sueños es libre el hombre.
No caigas en el peor de los errores: el silencio. La mayoría vive en un silencio espantoso.
No te resignes.
"Emito mis alaridos por los techos de este mundo" , dice el poeta.
Valora la belleza de las cosas simples.
Se puede hacer bella la poesía sobre pequeñas cosas, pero no podemos remar en contra de nosotros mismos. Eso transforma la vida en un infierno.
Disfruta del pánico que te provoca tener la vida por delante. Vivela intensamente, sin mediocridad.
Piensa que en ti está el futuro y encara la tarea con orgullo y sin miedo.
Aprende de quienes puedan enseñarte.
Las experiencias de quienes nos precedieron de nuestros "poetas muertos", te ayudan, a caminar por la vida.
La sociedad de hoy somos nosotros. Los "poetas vivos". No permitas que la vida pase por tí sin que la vivas...

-Walt Whitman-

1 comentario:

G. F. Degraaff dijo...

hermoso, muy bellas palabras de aliento para quien, afligido desde el infierno, no consigue ver la luz de un nuevo amanecer, cálidos abrazos del arte podrán algún día crear lo hermoso de vivir en sociedad... el silencio sin embargo es necesario, a veces el silencio interno borra dudas, me gusta lo utopica que pareces ser, a pesar que te consideras eseptica, yo creo que tu vida espera el milagro, igual que la mía... saludos chica!