miércoles, 17 de junio de 2015

La crisis de los intelectuales; la inteligencia de los débiles; el análisis de un profesional; las ganas de ser feliz hasta en los átomos del segundo.


.... Tuvo un vómito de verborragia. Explotó palabras desordenadas y pegajosas; sacó todas las letras de su mente. Las arrojó en un balde repleto de pinturas de muchos colores, todas de tonos pastel. Observó una pared varios minutos; sin comprender bien lo que sucedía.  Cayeron muchas lágrimas de su mejilla, lágrimas pesadas, con decenas de gramos de existencia acumulados desde hacía mucho tiempo, vaya a saber desde cuando. Se notaba ese detalle, por una justificación que repetía sin cesar y casi por instinto, que era: "no se porqué". Y luego de todo eso, quedó vacío.
Pero recuperó sus fuerzas casi al instante, y en el medio de la confusión tomó el recipiente con sus brazos y lo volcó en esa muralla que lo mareaba y no tenía salida al exterior.
Color piel, rosa, lila, flores!, una erre, un dos, abrazos, música, creencias, corazones. ¡vamos todavía, lo encontró!

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