miércoles, 27 de abril de 2016

la parte que no se ve del iceberg es la más interesante, y me cae bien porque no tiene apariencia.






Cuando hay muchas cosas que contar hay muchas ganas de escribir.
Sobrevivimos a las lluvias de todo el mes, que hicieron sentir a muchos "raro".
Escuché esa palabra mínimo una vez por día con cada persona con la que me topé.
Otros, en cambio, decidimos como incubar. Fue un mes de meditación, en donde acomodé varias cosas además de la cabeza para arrancar un movimiento que ya es el del ritmo de la vida que elegí, tiende a no frenar; pero tampoco a acelerar. Se mantiene ahí. 
Estos son tiempos de mantener la velocidad;
vamos tranqui,
pero vamos,
tenemos que llegar a algún lugar.
Terminé espontáneamente comiendo con uno de mis mejores amigos y con una persona hermosa que me daba clases de portugués. Es una de esas minas que sin conocerla queréis que sea tu amiga: Vir me hace reír, me abraza mucho, y sus charlas me dejan tecleando por horas.
Ayer, después de un finito y unos mates, (y de la nada) Vir empezó a filosofar sin parar, hablaba de las cosas más interesantes del mundo, ( además es la más capa del stand up). 
Mientras la escuchaba, deseaba filmar todo. Pero no daba, no. No iba a ser natural. Igual, estaba muy segura que iba a ser un momento muy copado y de que lo iba a guardar en mi cabeza for ever.

 - "Si tuvieran a su yo de hace diez años frente a ustedes, ¿qué consejo le darían? Yo le diría "Hey, tranquila, no pasa naaaaaaada. Al final, tanto mambear al pedo de piba, y la vida sigue, y todo se soluciona, y estoy segura que nos caeríamos muy bien, porque hago todo lo que me gusta y soy muy feliz, y de chica ese fue siempre mi objetivo". 
GUAU.
Yo no supe qué responder, supongo que en mi adolescencia punki y pseudo grungera, casi al igual que ahora, no le hubiera dado bola a ningún tipo de consejerx, aunque yo creo que hoy le caería muy bien  a mi yo inexperta.  Pensé mucho en eso. Pensé tambien en que quizás no llegó el momento de planear un buen consejo para mi yo del pasado; que ya lo encontraré.
 Pensé en la sabiduría de Vir. En el posteo anterior escribí sobre la misma experiencia pero con otro amigo, con Fede. Por eso creo que el universo está regalandome la bendición de personas lindas que vienen acompañadas de aprendizajes profundos.  Creo que somos peces grandes, que las conexiones son energéticas y que la frecuencia es la que va de la mano con la manivela que mantiene que la rueda de nuestro todo para que no se estanque. Quiero a estas personas para toda la vida.

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