sábado, 10 de enero de 2015

luz

Comenzó el año y con el una aventura a la telepatía cósmica, una flor por día, una golondrina de tattoo, un viaje de amor y de no parar de reír. Una abstracción a concretar, una taza de café y una amiga que te escucha y te banca aunque siempre diga lo mismo, y encima  bajo mi propia percepción, una locura.
Comencé con una casa, una mascota, un cuelgue que estoy aprendiendo a controlar para no hundirme en el viaje de la dependencia materna y eterna, ¡y unas ganas de disfrutarlo que ni les cuento!.

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