Soy la tentación mal configurada, y el punto y aparte que no quiere terminar.

Desaparezco porque me abruma lo que veo. Porque envidio historias que podrían dominar el mundo,  y detesto el orgullo de quien se nombra en una historia repleta de engaños. Me voy, y estoy horas, incluso días sin dar señales de vida a gente que realmente me importa, porque sé que cuando vuelva esas personas seguirán ahí,  y, seguramente, el drama de hoy no nos jode el karma de mañana, y todos seremos más felices.

Por lo demás, paso mucho tiempo entre nuevos descubrimientos, entre humo, entre el verde del viento. Entre nuevas formas de conquistar el arte. Busco traspasar muros,  hablar con seres que irradian luz entre tanta niebla.