martes, 27 de julio de 2010

aguante el aguante





Nadie hace caso del agua que va después de la lluvia, cuando vuelve el sol. Poco importa si sobre ese agua hay lágrimas después de haber llorado por dolor. El agua se evapora y vuelve al aire y a nuestros pulmones, respirando el viento que sentimos en la cara. Y las lágrimas vuelven a entrar en nosotros, como las cosas que perdimos. Pero nada se pierde en realidad. Cada segundo que pasa, cada luna que surge, no hacen más que decirnos: ¡viví! y amá lo que sos, por lo demás. Mira en lo alto hacia el cielo, con los ojos cerrados... y no te canses nunca de soñar. La vida es muy corta como para no ser felices.

Texto sacado de por ahí que me re gustó.

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