Las heridas nos duelen, pero también nos transforman; dejan marcas que quedarán en el presente como la descripción de un recuerdo, y depende de nosotros cómo y cuánto nos tarde la curación.
Ante tantas injusticias de la vida y el uso de tantas ametralladoras innecesarias; propongo un nuevo sistema, en el que el mejor tiro al blanco sea la palabra, (mi materia prima favorita).
Así volvería a creer que todavía hay lugar en este mundo para las almas que sienten, crean y viven en lo infinito.
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