Se rompió la cadena que ataba el reloj a las horas,
se paró el aguacero, ahora somos flotando dos gotas.
Agarrado un momento a la cola del viento me siento mejor.
Me olvidé de poner en el suelo los pies y me siento mejor.
Dulce introducción al caos - Extremoduro
"Un hombre perdió una vez unos gemelos de diamante en el ancho mar azul, y veinte años más tarde, exactamente el mismo día, un viernes según parece, cuando estaba comiendo un pescado enorme, no encontró ningún gemelo dentro. Esta es la clase de coincidencias que me gusta”.
V. Nabokov